Tancaments Albert

Vivimos en un mundo ruidoso. Ya sea el tráfico constante, las obras en la calle o el bullicio de los vecinos, la contaminación acústica es uno de los factores que más afectan al estrés y a la calidad del sueño. A menudo buscamos soluciones en cortinas gruesas o alfombras, pero la realidad es científica: el punto más débil en el aislamiento de una vivienda son las ventanas.

Si buscas convertir tu casa en un refugio de paz, aquí te explicamos cómo el aislamiento acústico de tus ventanas puede marcar la diferencia entre el caos y la tranquilidad.

1. El secreto está en el vidrio: Más que una simple barrera

No todos los cristales son iguales. Para detener el ruido, no basta con tener «doble acristalamiento«; la clave reside en la composición:

Diferentes espesores: Un truco de física acústica consiste en usar cristales de distintos grosores (por ejemplo, uno de 6mm y otro de 8mm). Esto ayuda a romper diferentes frecuencias de onda sonora.

Vidrios laminados acústicos: Existen vidrios que incluyen una lámina intermedia de PVB (Butiral de Polivinilo) diseñada específicamente para absorber las vibraciones del sonido.

2. El perfil y la hermeticidad: Donde entra el aire, entra el ruido

De poco sirve el mejor cristal del mundo si el aire se filtra por las juntas.

Sistemas practicables vs. Correderas: Las ventanas abatibles o practicables suelen tener un cierre a presión mucho más hermético que las correderas tradicionales, lo que las hace superiores para aislar el ruido.

Materiales: El PVC, por su naturaleza no conductora y su capacidad de albergar múltiples cámaras de aire, suele ofrecer un rendimiento acústico excelente frente a otros materiales.

3. La importancia de la persiana

Muchos olvidan que el cajón de la persiana es, técnicamente, un agujero en la pared. Si el cajón no está correctamente aislado con paneles de alta densidad, el ruido entrará directamente a la altura de tu cabeza mientras intentas dormir.

Dato clave: Una ventana de alta calidad mal instalada puede perder hasta el 50% de su capacidad de aislamiento. Asegúrate siempre de que el sellado entre la ventana y la pared sea profesional.

Beneficios inmediatos de mejorar tu aislamiento

Reducción del estrés: El silencio reduce los niveles de cortisol en el cuerpo.

Ahorro energético: El aislamiento acústico suele ir de la mano del térmico; gastarás menos en calefacción y aire acondicionado.

Revalorización de la vivienda: Una casa silenciosa es un activo mucho más valioso en el mercado inmobiliario actual.

 

Invertir en ventanas con aislamiento acústico no es un lujo, es una inversión en salud mental. Al cerrar la ventana, el mundo exterior debería desaparecer, dejando espacio para lo que realmente importa: tu bienestar y el de tu familia.

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